Los mandamientos de Jehova son rectos, que alegran el corazon; el precepto de Jehova es puro, que alumbra los ojos. Salmos 19:8
Hoy seguimos usando algunos remedios de la medicina antigua que a veces dan resultados y otras veces solo nos entretienen y nos hacen perder el tiempo con nuetros males o necesidades fisicas.
Me agrada pensar en los dos remedios que el Señor nos deja en el versiculo que guia nuestra meditacion. uno tiene que ver con nuestros corazon, organo del cual nos ocupamos poco a pesar de las tantas pastillas que se ingieren para tratar que funcione adecuadamente. Las Escrituras lo mencionan decenas de veces. Y al mencionarlo aqui, nos deja un remedio para mantener nuestro corazon alegre.
Le invito a reflexionar en nuestra vida diaria. Por que tenemos tantos momentos en los que perdemos el gusto y el deseo de vivira? Porque hemos descuidado lo que nuestro corazon necesita. Y el remedio para tener un corazon alegre es ir al medico divino y preguntarle. El nos dara el remedio adecuado y con un solo plumazo nos dara la receta. Cada dia, una buena porcion de mi Palabra. Mis mandamientos sera de provecho.''Despues de disfrutar de un corazon alegre, nuestra vida se recreara usando el colirio de su Palabra que iluminara la senda por donde transitemos, no importa lo oscura que este. La lampara de su Palabra iluminara nuestro camino y nuetra pupila abierta por sus preceptos nos ayudara a no perder el camino por obscuro que este sea (Salmos 119:105).
Ahora depende de nosotros. Lo hacemos o no, pero el Señor nos ha dado el remedio. Para tener y mantener un corazon alegre, necesitamos una porcion diaria de sus mandatos. Para tener ojos que nos puedan guiar por los caminos de este mundo tambien debemos usar el colirio de su Palabra.
No habra ceguera espiritual.
Si seguimos usando los rectos mandamientos divinos, no perderemos el gozo de nuestros corazones y nuestra vida estara libre de la catarata de la duda que obtenemos por el desconocimiento de los preceptos de nuestro Dios. Aprovechemos el remedio divino para nuestro provecho fisico, mental y espiritual: un corazon alegre y una vista atenta.
Padre, gracias porque tu palabra sigue surtiendo los efectos positivos para nuestro corazon y vision espiritual.
Hoy seguimos usando algunos remedios de la medicina antigua que a veces dan resultados y otras veces solo nos entretienen y nos hacen perder el tiempo con nuetros males o necesidades fisicas.
Me agrada pensar en los dos remedios que el Señor nos deja en el versiculo que guia nuestra meditacion. uno tiene que ver con nuestros corazon, organo del cual nos ocupamos poco a pesar de las tantas pastillas que se ingieren para tratar que funcione adecuadamente. Las Escrituras lo mencionan decenas de veces. Y al mencionarlo aqui, nos deja un remedio para mantener nuestro corazon alegre.
Le invito a reflexionar en nuestra vida diaria. Por que tenemos tantos momentos en los que perdemos el gusto y el deseo de vivira? Porque hemos descuidado lo que nuestro corazon necesita. Y el remedio para tener un corazon alegre es ir al medico divino y preguntarle. El nos dara el remedio adecuado y con un solo plumazo nos dara la receta. Cada dia, una buena porcion de mi Palabra. Mis mandamientos sera de provecho.''Despues de disfrutar de un corazon alegre, nuestra vida se recreara usando el colirio de su Palabra que iluminara la senda por donde transitemos, no importa lo oscura que este. La lampara de su Palabra iluminara nuestro camino y nuetra pupila abierta por sus preceptos nos ayudara a no perder el camino por obscuro que este sea (Salmos 119:105).
Ahora depende de nosotros. Lo hacemos o no, pero el Señor nos ha dado el remedio. Para tener y mantener un corazon alegre, necesitamos una porcion diaria de sus mandatos. Para tener ojos que nos puedan guiar por los caminos de este mundo tambien debemos usar el colirio de su Palabra.
No habra ceguera espiritual.
Si seguimos usando los rectos mandamientos divinos, no perderemos el gozo de nuestros corazones y nuestra vida estara libre de la catarata de la duda que obtenemos por el desconocimiento de los preceptos de nuestro Dios. Aprovechemos el remedio divino para nuestro provecho fisico, mental y espiritual: un corazon alegre y una vista atenta.
Padre, gracias porque tu palabra sigue surtiendo los efectos positivos para nuestro corazon y vision espiritual.
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