Normalmente, cuando una persona muere y es sepultado, se espera que su historia llego al final. Pero esta no es una historia normal y Jesús no era un hombre normal. Una de las primeras descripciones de Jesús en el libro de Juan fue: "En él estaba la vida" (1: 4, NVI). A lo largo de su ministerio, Jesús sano muchas personas e incluso resucito a muertos. No es de extrañar entonces que Jesús, siendo vida, no podria permanecer muerto. Juan termina este capítulo diciéndonos por qué escribió su Evangelio en el primer lugar. "Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre" (20:31, NVI). Esta no es la primera vez en el libro de Juan que la vida se le ofrece a los que creen en Jesús. Pero si Jesús no hubiera resucitado de entre los muertos, esas promesas anteriores no hubieran significado nada.
Cualquier hombre puede prometer la vida y la salvación, pero sólo un hombre demostró que en realidad tenía el poder de dar la vida. Ese hombre era Jesús, y la muerte no podía aferrarse a él.
Es por eso que podemos creer que El verdaderamente tiene el poder de dar la vida eterna a los que creen en él. Si todavia usted no ha hecho esa elección hoy?... Tenemos un solo día más para terminar nuestro Reto de 21 Días. Hasta mañana!
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